Flipped Classroom en Afania

La última entrada del curso exige que incluyamos un enlace al proyecto colaborativo que hemos diseñado entre los miembros de la comunidad educativa en la que tuvimos que integrarnos en una de las unidades previas.

Ese proyecto tenía por objeto, a grandes rasgos, servir de hoja de ruta para implantar las pautas fundamentales de nuestra comunidad educativa en un país ficticio, llamado Afania, donde los resultados educativos hasta la fecha habían sido nefastos. En ese país, debido a un cambio en la polaridad terrestre o a algún otro evento científicamente inexplicable, habían ocupado cargos de poder personas competentes, dispuestas a invertir lo que fuera necesario para convertirlo en la vanguardia de la educación.

De ahí que hayamos podido incluir requisitos metodológicos y materiales con la ilusión de alguien que no sospecha ni teme que le puedan decir: “no hay presupuesto”, “eso es muy moderno”, “la letra con sangre entra” o “yo me tuve que aprender la lista de los reyes godos y me ha ido muy bien”.

Al texto final aún le faltan un par de retoques, ya que la fecha para su cierre es el próximo 7 de marzo, pero el grueso de su contenido está ya expuesto, por lo que puede consultarse AQUÍ En ese enlace, pues, puede visualizarse el documento que hemos diseñado para llevar a un aula de Secundaria o Bachillerato la metodología de las clases del revés. Esperemos que algún día podamos colaborar de nuevo para hacer algo parecido… en un lugar que no sea imaginario.

Reflexión final

Llega el final del curso. Y con él hay que ir haciendo balance sobre lo aprendido. Un balance que, en líneas generales, califico de muy positivo. Sin seguir un orden cronológico, quizá lo que más me ha gustado ha sido que el curso tratase de superar el carácter puramente on line promoviendo encuentros personales como parte de las actividades, a través de los #Moocafé. Desde luego, las nuevas tecnologías nos ofrecen un gran número de posibilidades, pero hay demasiadas sutilezas que sólo se perciben y disfrutan mediante el trato directo.

También me ha resultado de gran utilidad el enorme número de aplicaciones que se nos ha pedido usar. Algunas ya las conocía en mayor o menor profundidad. Puede que muchas de ellas no acabe usándolas en mi práctica docente más inmediata, pero me parece fundamental conocer su potencialidad, ya que podrían servir para resolver problemas o desarrollar actividades en situaciones que ahora no vislumbro. Es el caso, por ejemplo, de Pinterest. Su interface me parece un tanto caótica, pero si descubriera que a mi alumnado le gusta especialmente captar imágenes y compartir por esa vía, al menos sabría su funcionamiento esencial.

Por otra parte, estoy muy satisfecha de que hayamos tenido que reflexionar y poner nuestras ideas en orden a través de un blog. A veces tenemos nociones sobre temas diversos, pero verte obligada a exponerlas implica trabajar la documentación previa, la síntesis y la coherencia en el discurso. Quizá para un profesor en activo este aspecto es menos importante porque practica cada día, pero estando desempleada, como es mi caso, me ha ayudado mucho a mantener mi ‘forma mental’.

EN EL DEBE

En cuanto a los aspectos mejorables del curso, pondría en primer lugar la evaluación entre pares. Bien es cierto que he tenido bastante suerte y en la ocasión en que me puntuaron más bajo, la persona se encargó de justificarme las razones. A nadie le agradan las críticas, pero son necesarias y creo que me permitió prestar más atención en tareas sucesivas. Igualmente, cuando he tenido que puntuar bajo me he esforzado todo lo posible por hacer lo mismo.

Sin embargo, me consta que otros compañeros no han sido tan afortunados y han recibido puntuaciones bajísimas sin argumento alguno. Por tanto, para sucesivos cursos considero fundamental que se penalice a quienes actúen de forma tan destructiva. Ya sabemos que lo más importante en estos cursos no son las calificaciones, pero sí lo es que las personas que los hacen mantengan una mínima educación e interés.

Por último, lo que menos me ha gustado del curso ha sido el foro de debate de la plataforma. Imagino que se deberá al modo en que esté programada la web de Educalab o a elementos ajenos al equipo docente, pero resultaba un tanto paradójico que hablásemos de infoxicación, de organizar informaciones y presentarlas con claridad cuando el foro de debate estaba tan ordenado como los cerros de ropa de un mercadillo.

Y AQUÍ, EL STORIFY

Para concluir, aquí está mi Storify en el que recojo la evolución de mi PLE a lo largo del curso, mostrando cómo era al principio y cómo es en estos momentos. En principio parece que sólo se trata de haber introducido unas cuantas aplicaciones más y haber eliminado otras, pero desde luego, el aprendizaje va mucho más allá y espero poder aplicarlo propiamente a la labor educativa cuanto antes.

Mooc Café 20/02/2014

Mooc Café

Si pincháis en la fotografía, podréis acceder a mi Storify* sobre el Mooc Café que celebramos el pasado 20 de febrero en el Starbucks Princesa de Madrid. El encuentro se enmarcaba en la sexta actividad organizada con motivo del #eduPLEmooc y pretendía que, bien de forma presencial, bien a través de un hangout, reflexionásemos sobre ciertas cuestiones relativas a la educación. Algunas de ellas eran:

  • ¿Cómo te gustaría que fuese tu Escuela o centro educativo?

  • ¿Cómo debería ser la Educación del siglo XXI?¿En qué tendría que cambiar?

  • ¿Qué se puede hacer desde la Escuela para que la Educación sea un asunto importante para toda la comunidad, y no sólo de los docentes o de padres y madres?

Como es normal, en un encuentro tan numeroso lo primero que ocurre es que se forman corrillos. Aunque no sea lo más deseable, lo cierto es que la única alternativa habría sido comunicarnos con gritos o, en su defecto, un micrófono. Pero quizá a las demás personas que leían o trataban de comunicarse con sus pares en la cafetería no les hubiera parecido tan estupendo.

En cuanto a las propuestas de debate, aunque eran más que correctas como punto de partida, al final ocurrió lo que también es el pan nuestro en estas situaciones: cada uno contamos nuestras principales experiencias e intentos de innnovación educativa, resaltamos los obstáculos y, a partir de ahí es cuando empieza el verdadero debate. Ahí es donde resulta enriquecedora la experiencia, porque lo que alguien no sabe cómo resolver puede que otra persona lo haya afrontado tiempo atrás con buenos resultados. Y aunque es cierto que las tecnologías  permiten un importante intercambio de opiniones, el trato directo con las personas sigue teniendo una serie de elementos que dan fluidez a la comunicación y la hacen más fructífera.

Con este marco general, puedo señalar que uno de los aspectos más característicos que me pareció rastrear fue el desequilibrio.  Por desequilibrio me refiero a las enormes diferencias entre unos centros y otros. Unas diferencias que a su vez se perciben en ámbitos muy variados.  Por ejemplo, algunos teníamos una experiencia de centros en los que ni tan siquiera funcionaba el WiFi, mientras que otros compañeros, además de una conexión óptima disponían milagrosamente de ordenadores que no se colgaban ni tenían virus.

En esa línea, fueron también frecuentes las experiencias relativas al diferente tipo de alumnado y a cómo unas prácticas exitosas en unos centros pueden resultar totalmente estériles en otros, debido a esta heterogeneidad.

En cualquier caso, y a pesar de las dificultades, muchas de ellas impuestas por burocracias infames, coincidíamos en cómo muchas veces podían ir solventándose con ciertas dosis de imaginación, aprendizaje y, sobretodo, voluntad. Una voluntad que, no obstante, consideramos que debería ser incentivada por parte de la Administración, pero yendo más allá de esos cursos ofrecidos poco más que para asegurar trienios.

En definitiva, todos necesitamos poner de nuestra parte. Los docentes, seguir formándonos. Las administraciones, ofrecer una formación de calidad que realmente garantice la autoría de los trabajos, así como facilitar y garantizar que esa formación se aplica.

* Por favor, si estás corrigiendo esto para el curso eduPLEmooc, te informo de que llevo todo el día con problemas para hacer que funcione el enlace a Storify. Desde mi ordenador me deja acceder, pero desde otros dispositivos en los que estoy registrada no me deja visualizar nada. Imagino que a ti te pasará lo mismo. Te ruego, pues, que esperes unas horas. Voy a intentar solucionar el problema del enlace o, en su defecto, pegaré aquí unos pantallazos del bendito Storify, que será fantástico para otras cosas, pero en cuanto a sus posibilidades de sincronización… Muchas gracias.

Infografía sobre curación de contenidos

En la presente actividad hemos tenido que realizar una infografía con la que explicar de forma sintética en qué consiste la curación de contenidos. Para ello se nos ofrecían diversas opciones online, como Visual.ly, Piktochart, Infogr.am o la que finalmente utilicé, easel.ly. A grandes rasgos, todas estas webs ofrecen servicios muy similares y la elección de unas u otras depende básicamente de que gusten más o menos las plantillas que las acompañan, puesto que las demás opciones son bastante parecidas.

En general el uso de estas herramientas plantea una gran utilidad potencial, pero en todas ellas me he encontrado con dos problemas principales. Por un lado, que la fluidez en el uso del programa está condicionada de forma sustancial por el estado de la Red, de forma que por momentos su uso puede volverse un tanto desesperante.

Por otra parte, aunque easel.ly admite añadir iconos para usarlos en la infografía que estamos diseñando, es una lástima que no permita su almacenado en forma de nube paran poder usarlos en infografías que hagamos más adelante. Por lo tanto, cada vez que queramos usar un mismo icono, tendremos que volver a cargarlo, con lo que el procedimiento se ralentiza y se hace bastante engorroso si se pretende utilizar con frecuencia esta aplicación. En cualquier caso, el resultado del trabajo, para ilustrar la curación de contenidos, fue el siguiente:

Pero, debido a las dificultades encontradas, he indagado acerca de software que pueda solventar estas deficiencias. Cuando hablamos de infografías, sin duda, el primer programa que se nos viene a la cabeza es Adobe Illustrator, que uno de los más empleados a nivel profesional para diseñarlas. Sin embargo, el problema de este software, como otros muchos de uso profesional, es que el exceso de opciones que  nos plantea de entrada puede llegar a abrumarnos. Y todo ello por no hablar de los elevados precios que tienen las licencias de estos productos.

Illustrator

Por este motivo busqué alternativas baratas y más sencillas que, a la vez, resolvieran los problemas que plantean las aplicaciones on line. Y así me encontré con iDraw. Se trata de una alternativa a Illustrator que no renuncia a ofrecer las prestaciones que cualquier usuario medio puede necesitar, pero sin consumir prácticamente recursos de nuestro ordenador. Además, se encuentra a un precio asequible para todos los bolsillos: 19,99€. Eso sí, sólo está disponible para Mac, que es el sistema operativo que manejo habitualmente.

iDraw-icon

Lo más llamativo de esta aplicación es que al usar pocos recursos del ordenador, su funcionamiento es muy fluido (incluso en ordenadores antiguos como el mío), a la vez que permite crear carpetas en las que ir introduciendo iconos que estarán disponibles de forma permanente para usos posteriores. De esta forma, el flujo de trabajo es mucho más rápido y resultará más sencillo convertir las infografías en un recurso didáctico habitual.

¿POR QUÉ USAR INFOGRAFÍAS?

Si me he tomado la molestia de buscar un programa con las características mencionadas es precisamente porque considero que las infografías son un recurso de gran utilidad para la didáctica de cualquier materia. Hay que recordar que la mayor parte del alumnado que nos vamos a encontrar está imbuido en una cultura totalmente audiovisual y, por tanto, es probable que la fijación de contenidos sea más efectiva se utilizan para ello recursos gráficos que complementen y sinteticen los textos que podamos aportar.

Sin embargo, para que cumplan su función considero esencial tener en cuenta un aspecto. Y es precisamente el carácter eminentemente gráfico y sintético que deben tener estas infografías. Por lo que he visto en algunos trabajos de compañeros, a veces tenemos un afán por ser demasiado exhaustivos en la cantidad de información presentada, con lo que al final el resultado es una amalgama abigarrada de texto e imágenes que pierden su razón de ser.

Por tanto, antes de embarcarnos en el uso de este recurso, recomendaría ojear el mayor número posible de infografías disponibles en numerosos medios de comunicación e intentar extraer las razones por las que nos parecen atractivas y útiles para ilustrar el hecho del que informan. A partir de ahí dispondremos de las pautas básicas que debemos aplicar a las nuestras para que también lo sean.

Comunidades educativas: Flipped Classroom/Clases del revés

Hasta hace dos días no tenía ni la más remota idea sobre qué consistía esto de “Flipped Classroom“. De hecho, de no ser por este Mooc, es probable que hubiera pasado mucho más tiempo antes de saberlo. La edad se va notando en la talla de pantalones, el sospechoso aumento de fines de semana tipo película y manta y la tendencia natural a huir de anglicismos que suenan a esnobismo superficial y pasajero.

Pero, aunque el término pueda sonar a eso, he comprendido que las Flipped Classroom son algo bastante sencillo y que, de hecho, inconsciente y parcialmente, ya he aplicado en algunas de mis clases. A grandes rasgos, consiste en invertir el patrón clásico de impartir contenidos en el aula y mandar deberes en casa, de forma que ahora los contenidos básicos se reciben en casa y las sesiones en el aula se aprovechan para desarrollar actividades que permitan una atención mucho más personalizada, así como detectar cuáles son las principales dificultades de aprendizaje del alumnado.

Para todo ello, sin duda, la tecnología es de gran ayuda, pero esta metodología no surge gracias a ella. Sin ir más lejos, en mis años de facultad tuve un profesor que nos dejó a principios de curso los apuntes de su asignatura. En cada clase nos informaba de qué teníamos que llevar leído para la siguiente sesión y, a partir de ahí, dedicábamos todo el tiempo a utilizar materiales como vídeos, fotografías o textos que ilustraban lo estudiado y que siempre derivaban en unas clases muy amenas y participativas. Así, la secuencia final de Pink Flamingos y la famosa escena del ojo y la cuchilla de Un perro andaluz sirvieron para ilustrar como ningún manual podría haber explicado mejor, la diferencia entre un plano secuencia y una secuencia con varios planos montados. ¡Como para olvidarlo!

En cualquier caso, ahora el contexto es otro. Si a finales de los 90 lo complicado era conseguir Pink Flamingos o Un Perro Andaluz, lo difícil actualmente es rescatarlas del marasmo sensitivo al que están sometidos los adolescentes para que puedan tener significado en su aprendizaje. Aquí es donde entra nuestra labor como filtradores en un entorno infoxicado, que ya se ha abordado en otros apartados del curso y del blog.

Y precisamente es en este contexto de infoxicación en el que creo que cobra aún más sentido la metodología inversa que promueven las Flipped Classroom. Porque implica rentabilizar las oportunidades tecnológicas de que disponemos, porque conlleva un aprendizaje sobre el uso productivo de esa tecnología por parte del alumnado y el profesorado -incidiendo en la competencia digital- y porque además permite un uso mucho más funcional de las sesiones en el aula, donde se podrán plantear y resolver todo tipo de dudas, profundizar en contenidos colaterales, fomentar actividades cooperativas… Por tanto, éstas son las razones fundamentales por las que me he decantado por la comunidad virtual “Flipped Classroom, ¿te apuntas?“.

¿CÓMO APLICAR ESTA METODOLOGÍA?

Asentados los conceptos básicos sobre qué son las clases al revés, lo difícil es ponerse manos a la obra y diseñar una programación que se base en esta metodología. Además, si se indaga un poco en proyectos que circulan por Internet, vemos que en muchos de ellos participan docentes de áreas dispares, a fin de proporcionar un carácter transversal. La idea es fantástica, pero ante todo considero que el éxito de cualquier iniciativa reside en el realismo y la paciencia.

Y para ser realistas hay que tener presente la estructura de nuestros centros educativos. En ellos podemos distinguir dos grandes tipologías de trabajadores:

– Docentes funcionarios

– Docentes interinos

A su vez, dentro de cada una de esas categorías habrá docentes abiertos a este tipo de iniciativas y otros más reacios. Así pues, podemos hablar en general de plantillas poco estables y con un interés variable por la innovación educativa. En este contexto, ¿se pueden plantear proyectos transversales? Difícilmente. Por ello, quizá lo más pragmático sería promover de entrada la puesta en práctica de esta metodología por materias individuales. Y, cuando los docentes estén familiarizados y las diferentes coyunturas lo permitan, iniciar caminos más ambiciosos.

Por lo tanto, como docente, disponer de un PLE que permita una formación constante tanto en esta cuestión como en todo lo relativo a la innovación educativa, resulta imprescindible. En el caso concreto de las clases del revés, me resultan de especial utilidad los siguientes autores:

Meritxell Viñas / @totemguard: Es la autora de la web TotemGuard, dedicada a la aplicación en educación de las TIC. Ofrece visiones muy prácticas y creativas de cómo usar herramientas y apps de todo tipo para sacarle provecho didáctico, dando muchas ideas que luego pueden ser adaptadas a los casos concretos de nuestras clases. No se centra en las clases al revés, pero sin duda el modo en que usa las TICs es muy inspirador para aplicarlas en esta metodología.

– Jon Bergmann / @jonbergmann: Profesor de Lake Forest, en Illinois, y uno de los pioneros en en las Flipped Classroom. A través de su cuenta ofrece numerosos ejemplos de clases impartidas con esta metodología, lo cual permite ir acumulando ideas para una posterior aplicación a nuestros entornos.

– Ramiro Aduviri / @ravsirius: Profesor en La Paz, Bolivia, también ofrece casos prácticos de clases del revés, con la ventaja de que la mayoría de ellos están en castellano.

En cuanto a blogs o webs en las que estar al tanto y obtener recursos útiles para las Flipped Classroom, por el momento las más útiles me están resultando:

– TotemGuardYa hemos hablado de ella a través de su autora, que aquí amplía sus contenidos.

– EdutopiaInfinidad de recursos sobre innovación educativa, gran parte de ellos orientados a esta metodología.

 

Sobreabundancia informativa: la historia de siempre

¿Qué es esto de iniciar un post sobre el exceso de información de Internet con un tema que habla sobre la televisión?

La razón es que, en el fondo, lo que ahora se llama infoxicación tiene poco de novedoso. Se trata de un proceso que viene de lejos y sobre el que los distintos avances tecnológicos han operado como potenciadores, si bien es cierto que la irrupción de Internet ha multiplicado exponencialmente sus efectos.

Los principales efectos se pueden leer entre líneas en la propia canción: abundancia de asuntos, desaparición de fronteras geográficas y temáticas y, en suma, incapacidad de discernir con claridad lo que es “sueño o realidad”. Todo ello lleva, como apuntan análisis más concienzudos y, como destila el tono lánguido de la canción, al creciente desinterés por informarnos de lo que nos rodea.

Nos encontramos así ante la aparente paradoja de un mundo en el que la información y el conocimiento son más accesibles que nunca, pero en el que el interés por buscarlo parece incluso haber disminuido. Este fenómeno se conoce en Psicología como indefensión aprendida y consiste básicamente en que, cuando alguien tiene una oferta demasiado amplia de información, en lugar de sentir que puede ejercer un control sobre ella, se abruma al sentirse incapaz de abarcarla. Esta idea es clave para entender fenómenos de plena actualidad, como la llamada doctrina del shock, que a su vez se puede relacionar con el fenómeno de narcotizaciónPero, lógicamente, ésa no es la cuestión de este post.

INDEFENSIÓN APRENDIDA Y EDUCACIÓN

Lo importante, en el caso que nos ocupa, es analizar cómo esa sobreabundancia y la consiguiente indefensión aprendida afectan al proceso educativo. Al respecto, creo que son varias las dimensiones en que hay que abordar el problema:

Primera: nos encontramos ante un alumnado que, más que nativo tecnológico, es nativo de un cosmos en el que los mensajes se les han proporcionado desde el principio de forma masiva y en un formato breve, inconexo, atomizado. Ello acarrea mayores dificultades para un pensamiento reflexivo y, en definitiva, para un uso verdaderamente productivo del conocimiento.

Segunda: una parte del profesorado se atrinchera en los métodos memorísticos para combatir esa carencia; y el profesorado que se plantea la necesidad de cambiar la metodología se encuentra, no sólo con la sobreabundancia informativa, sino con la necesidad adicional de impartir unos currículos obsoletos y con tendencia a infinito, pero que los alumnos deben conocer si quieren aprobar sucesivas pruebas de acceso.

Sobre la primera dimensión poco puede hacer un docente. Y sobre la segunda, en tanto las leyes educativas sigan basándose en la oportunidad partidista en lugar del consenso y el asesoramiento de la propia comunidad educativa, la capacidad de actuación es limitada. Por tanto, ¿qué podemos hacer como docentes dentro del pequeño margen de movimientos que nos dejan?

Desde luego, es importante conocer herramientas de búsqueda y filtrado de información, pero… con cuidado. Porque cada vez es más apreciable cierta tendencia al fetichismo tecnológico que, más que proporcionar herramientas con las que llevar a cabo nuestros planes educativos de forma eficiente, parece una carrera por utilizar la última aplicación disponible.

Por lo tanto, volvemos al principio, a lo de siempre. A que al final, menos es más. Necesitamos, pues, docentes con un sólido conocimiento de su materia. Y este conocimiento, efectivamente, debe estar actualizado en todo momento a través de un PLE bien organizado, con sus correspondientes filtros y sistemas de gestión de información. Pero la clave residirá en su capacidad para reducir toda esa información a sus aspectos más esenciales y mostrarla así a sus alumnos. A partir de ahí, de ese mínimo indispensable, deberá fomentar la autonomía del alumnado para búsqueda de información adicional que le permita ir construyendo un conocimiento significativo de los fenómenos.

En suma, se trata de asumir la limitación respecto a pensamientos complejos que padecen muchos alumnos, adaptando nuestras clases a esa carencia para, a partir de ahí, ir sellando las fisuras del conocimiento fragmentado al que han estado sometidos desde el principio.

Y AHORA, ALGUNAS HERRAMIENTAS

Pese a lo dicho, y para cumplir con los requisitos para esta entrada, incluyo algunas de las herramientas con las que considero que se puede contribuir a manejar la marea informativa en sus diferentes fases.

1. Para la recogida de información:

a) FEEDLY

Aconsejable por ser completamente intuitiva y estar disponible no sólo a través de la web, sino también en formato de aplicación para otros soportes, como móviles o tabletas digitales.

2. Para el almacenamiento selectivo:

a) EVERNOTE: Además de completa, permite la organización en nube pero a través del clásico sistema de carpetas, por lo que aquellas personas que aún no estén especialmente familiarizadas con el uso de etiquetas pueden igualmente ir almacenando información significativa de una manera estructurada y recuperarla con facilidad en función de sus necesidades.

b) DIIGO: La diferencia respecto a Evernote es que está más orientada a compartir los enlaces que consideramos interesantes y a buscar entre los que otros grupos con intereses afines han compartido. Además, la existencia de comunidades sobre temas específicos permite estar al día y profundizar en nuestro área de interés.

3. Para la puesta en común y reformulación:

a) TRELLO: Muchas veces disponemos de muchísima información y nos planteamos qué hacer con ella. Aunque quizá la mención de esta aplicación escapa en cierta manera del concepto de infoxicación, la incluyo porque me parece de gran utilidad para que, tanto docentes como alumnos, aprendamos a marcarnos objetivos concretos cuando realizamos trabajos conjuntos. Su simplicidad es apabullante, pero a su vez es su gran potencial, ya que podemos visualizar de una sola vez los pasos que debemos desarrollar para conseguir un proyecto final. En el caso práctico de un aula, sería muy interesante pedir a los alumnos que hagan un trabajo en grupo sobre un tema en cuestión y que, una vez concluido, además de presentar en clase el propio trabajo, nos enseñen a través de Trello cómo se han distribuido las tareas, en qué fases han dividido el trabajo, la información que han ido intercambiando…

b) GOOGLE DRIVE: El hecho de que esta suite ofimática funcione en nube permite que en los trabajos en grupo los participantes puedan hablar mientras elaboran un producto final, que se corrijan unos a otros los materiales aportados y, en definitiva, que compartan sus aportaciones con una enorme flexibilidad espacio-temporal.

analizando la cuenta de @profesorjano para #eduPLEmooc

La cuenta del @profesorjano fue una de las primeras que incluí en mi lista de seguimiento cuando abrí Twitter. No es profesor de Historia y el área en que trabaja poco tiene que ver con la mía, pero se trata de esas personas que desprenden pasión por su trabajo. Y de esa pasión es de la que verdaderamente se aprende. De ahí que analizar su cuenta me haya ayudado a sistematizar de algún modo su capacidad para transmitir ese entusiasmo. Espero haberlo expresado de forma correcta en la breve presentación que he realizado para ello y, sobretodo, haber interiorizado algunos de sus procedimientos para poder ponerlos en práctica algún día.

El análisis, AQUÍ

#PLEsentación

Para completar la última actividad, incluyo este post en el que podéis ver, a grandes rasgos, mi PLE:

MiPLE.001

Es probable que echéis en falta una mayor presencia de algunas aplicaciones que últimamente están siendo muy utilizadas en educación por su predominio gráfico, como Pinterest o Instagram. Ello es debido, sobretodo, a que llevo sin trabajar desde el año pasado, y aunque conozco su funcionamiento básico, no lo aplico porque es algo que resulta útil cuando se tiene un grupo concreto de alumnos y permiten ilustrar aspectos más complejos de los contenidos.

Antes de este periodo de sequía laboral, he ejercido el periodismo durante diez años en diversos medios de comunicación y la docencia de Geografía e Historia durante tres cursos en otros tantos centros de la Región de Murcia.

Con este curso espero ampliar el espectro de herramientas habituales en mi PLE y, sobretodo, aprender a orientarlas no sólo hacia mi aprendizaje, sino al de mis futuros alumnos.

Reflexión sobre mi identidad y competencia digitales

Probablemente la principal razón para matricularme en este curso es que no hace mucho comencé a plantearme cuál era mi identidad digital y cómo podía hacerla más sólida. Se trata de dos cuestiones de gran importancia en el contexto actual en general, pero cuando además las circunstancias te llevan a ser una docente desempleada, su relevancia es aún mayor.

Todos sabemos que ya no basta el CV y que, a falta de valedores, necesarios incluso para conseguir una simple entrevista, lo único que queda es seguir formándose y dejar las mayores evidencias posibles de cómo esos aprendizajes redundan en tus habilidades como profesional.

Por lo tanto, aunque bien es cierto que considero mis competencias digitales mejorables pero bastante altas, ha llegado el momento de centrarme y ponerlas en valor. Al respecto, me he dado cuenta de que uno de los principales problemas de mi identidad digital ha sido la falta de separación clara entre mi identidad digital personal y profesional. De ahí que haya comenzado a dar pasos para trazar una frontera clara entre ambas mediante la creación de nuevos perfiles en redes sociales orientados exclusivamente a mi labor como docente. Ello está permitiendo, progresivamente, que me relacione con círculos más concretos y útiles. En suma, para reducir las tentaciones de dispersión que siempre supone el uso de las redes sociales.

Con este curso espero, pues, profundizar aún más en ese camino, aprovechando los aprendizajes que me puedan proporcionar otros compañeros y obligándome a trabajar en aras de unos objetivos específicos.